Mi madrastra Anastasia Kass tiene comportamientos algo extraños cuando se pone cachonda, siempre he sido fanático de los videojuegos y ella dice que debo dejar eso, hacía mucho calor así que jugaba desnudo, ella apareció y me regañó y me obligó a darle mi pollaza, reía y se desnudaba diciéndome que ahora para pagar mis malas acciones tendría que follarla como si fuera una zorra de la calle, me sorprendió la intensidad de sus perversiones sexuales, pero no niego lo bien que folla mi querida madrecita.
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